Especialidad de Geriatría

El geriatra es un especialista médico, que tiene como propósito incidir en la condición del proceso salud-enfermedad que se representa por la funcionalidad geriátrica del paciente adulto mayor o anciano.

 

El especialista en geriatría cuenta con la sólida preparación académica y humanista que lo caracteriza, ya que tiene una visión holística (bio-psico-social y espiritual) de los problemas de salud del anciano, que incluye la relación con el paciente con su familia e inclusive con el equipo de salud a cargo del anciano, es decir. Posee conocimientos, habilidades y destrezas que le permiten identificar las medidas de prevención, de diagnóstico y tratamiento, así como de favorecer las redes de apoyo social con el auxilio del potencial rehabilitatorio para alcanzar los objetivos de reintegrarlo a su vida cotidiana personal y familiar, y poder alcanzar su entorno social, pero que además incluye el apoyo y cuidado tanatológico del anciano en la etapa terminal de su existencia, así como de la familia y el equipo de salud que lo acompaña.

 

En general el médico especialista en geriatría, no solo despierta su vocación médica hacia el cuidado del anciano, sino que también en su afán de auxiliar en la difusión de una cultura del buen envejecimiento, desarrolla capacidades y habilidades, en la mayoría de los casos, para una segunda vocación que es la comunicación de sus conocimientos a través de la capacitación, el proceso enseñanza aprendizaje en los diferentes hospitales, escuelas y facultades dedicadas a las ciencias de la salud.

Cabe la pena señalar que la especialidad de geriatría nace en el Reino Unido en respuesta a que hace poco más de medio siglo, por la inquietud de que los ancianos no eran provistos del cuidado adecuado, ya que no se consideraban sujetos de diagnóstico y tratamiento; situación que tiene arraigo en una cultura contra el anciano y todo lo relacionado a ello. Hoy, pese a esta visión negativa la formación de recursos humanos en geriatría ha ido en aumento, se toma conciencia de su enorme necesidad, ya que se enfrenta hoy el dilema del envejecimiento poblacional y por lo tanto de problemas de salud de rango epidemiológico, en prácticamente todo el mundo.

Finalmente, la visión humanista del Geriatra le permite centrar al paciente anciano, a la familia y al propio equipo de salud que lo acompaña, con un sentido cargado de valores y principios éticos centrados en la persona del adulto mayor.